Alquiler de barcos en Positano · Rodman Yacht — Flybridge Yachts (2020)

Experiencia muy negativa. El barco está anticuado, no tiene nada del año 2024 según lo declarado, ni siquiera un rediseño. Había elegido visitar Capri - primero las cuevas y calas, luego el almuerzo y luego poder subir a la plaza - el capitán Angelo no nos mostró nada. , a toda velocidad -aunque le pedíamos con insistencia que redujéramos la velocidad porque todos estaban enfermos con las olas-, nos llevó a la boya del restaurante que eligió con insistencia, y allí nos hizo bañarnos y almorzar -hizo todo lo que pudo-. para que nos quedáramos allí el mayor tiempo posible y luego regresara; prometió al menos mostrarnos algo cuando regresáramos, pero eso no sucedió. El barco no estaba listo para recibirnos, los baños y cabañas eran para uso de Angelo y Valentina y ni siquiera los habían limpiado para nosotros. Su bienvenida y hospitalidad fueron inexistentes: ¡no querían que usáramos la parte interior del barco! Para ofrecernos algo de beber a bordo teníamos que pedirlo, ¡como las toallas que parecía que pedíamos en América para sacar! Parecía que nos molestaba todo lo que tocamos: el ambiente era tenso, muy poco acogedor, a pesar de que éramos personas atentas y respetuosas. ¡No recomiendo en absoluto ni el barco ni a ellos como personal! ¡No nos mostraron nada de Capri! , la mitad de la familia se sintió mal por las prisas de la mañana, la factura del restaurante, elegida insistentemente por Angelo (que no quería mudarse a otro lugar), que pagamos nos pareció más alta de lo que debería haber sido, teniendo en cuenta los precios del menú. Tenía otros recuerdos de excursiones a Capri en barco. ¡Recomiendo elegir a otras personas para esta experiencia! Experiencia muy negativa. El barco está anticuado, no tiene nada del año 2024 según lo declarado, ni siquiera un rediseño. Había elegido visitar Capri - primero las cuevas y calas, luego el almuerzo y luego poder subir a la plaza - el Capitán Angelo no nos mostró nada, a toda velocidad - a pesar de que pedimos insistentemente que redujéramos la velocidad porque todos se sentían enfermos. con las olas - nos llevó a la boya del restaurante que escogió con insistencia, y allí nos hizo nadar y almorzar - hizo todo lo posible para que nos quedáramos allí el mayor tiempo posible y luego regresara - prometió a las Al menos mostrarnos algo cuando regresamos pero eso no sucedió. El barco no estaba listo para recibirnos, los baños y cabañas eran para uso de Angelo y Valentina y ni siquiera los habían limpiado para nosotros. Su bienvenida y hospitalidad fueron inexistentes: ¡no querían que usáramos la parte interna del barco! Para ofrecernos algo de beber a bordo teníamos que pedirlo, ¡como las toallas que parecía que pedíamos en América para sacar! Parecía que todo lo que tocábamos nos molestaba: el ambiente era tenso, muy inhóspito, ¡a pesar de que éramos personas atentas y respetuosas! ¡No recomiendo en absoluto ni el barco ni a ellos como personal! No nos mostraron nada de Capri, la mitad de la familia se sintió mal por las prisas de la mañana, la cuenta del restaurante, elegida insistentemente por Angelo (que no quería mudarse a otro lugar), que pagamos nos pareció más alta de lo que debería habernos dado. los precios en el menú!